Con respecto a este tema, en el ámbito del recubrimiento en polvo termoestable (Thermo set), que se endurece y toma forma con calor, el término curado del recubrimiento es de vital importancia en lo que respecta a la resistencia química y mecánica, así como a la apariencia final de la capa. La conciencia del usuario sobre los recubrimientos en polvo electrostáticos es de suma importancia en este aspecto.

El siguiente artículo responde de manera técnica y resumida a preguntas sobre este tema, donde cada sección incluye métodos de supervisión y pruebas para asegurar el curado de la capa final.

¿Cómo podemos darnos cuenta de que el recubrimiento en polvo ha sido curado hasta cierto punto?

Utilizar un método uniforme para todas las aplicaciones puede llevar a problemas como el descascaramiento del recubrimiento y la falta de uniformidad en la apariencia. Cuando te enfrentas a un nuevo producto de recubrimiento en polvo, siempre es mejor rociar primero una muestra; es preferible identificar los problemas mientras trabajas en la muestra, no cuando estás aplicando sobre la pieza principal.

El tiempo de curado relativo puede causar confusión; ¿cómo se puede saber si se ha logrado el curado relativo? Internet está lleno de opiniones e ideas diferentes que pueden ser correctas, pero también hay recomendaciones erróneas que pueden causarte problemas.

Por lo tanto, explicaremos algunos puntos:

El curado relativo se refiere al tiempo de gelificación del recubrimiento antes del curado completo. La pregunta es, ¿es un curado del cincuenta por ciento o del setenta por ciento un curado relativo? Sí, lo es, pero un recubrimiento que acaba de fluir también lo es. Los diferentes recubrimientos con distintas químicas significan que no hay un método único para todos los recubrimientos.

¿Cuándo es importante el curado relativo?

El curado relativo es importante cuando se aplica una segunda capa, como un recubrimiento completo, sobre la capa base. Un polvo semi-curado permite que las dos capas en contacto se adhieran tanto mecánica como químicamente, asegurando así que se obtenga el recubrimiento más duradero posible.

La regla general para los recubrimientos en polvo de color y los recubrimientos metálicos con partículas ligeras es que se pueden retirar las piezas del horno unos minutos después de que el recubrimiento haya fluido completamente. Recuerda que no necesitas supervisar la temperatura de la pieza metálica (PMT) para el curado relativo; solo debes controlar el estado del polvo durante el flujo. De hecho, para una adecuada adhesión del recubrimiento, no es necesario calentar la segunda capa o el top coat; basta con que la capa base se caliente nuevamente para que adquiera una consistencia de gel y se adhiera a la capa superior. Si se aplica un programa adecuado para el curado de la capa superior, las dos capas se unirán bien.

La regla general para los recubrimientos metálicos: el curado relativo para recubrimientos que contienen partículas metálicas más pesadas es un poco más complicado y requiere un método diferente. Cuando las partículas del recubrimiento en polvo metálico alcanzan el estado de gelificación, se mueven hacia la capa superior, por lo que es importante considerar unos minutos adicionales después de que el polvo haya fluido para que las partículas metálicas se estabilicen. Cuánto tiempo adicional necesitan depende del grosor de la pieza y de la velocidad de calentamiento de tu horno; los hornos con temperaturas más bajas y las piezas más gruesas requieren más tiempo. Cuando la capa de top coat se calienta demasiado, las partículas metálicas pueden moverse y desplazarse de manera desigual, por lo que no recomendamos este método.

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